El avance de las tecnologías tiene una importante repercusión en nuestra vida cotidiana. Tanto es así que, para realizar cualquier operación bancaria bien sean transferencias o compras de artículos, recurrimos a la comodidad de hacerlo desde casa a través de internet.
Esto nos lleva en muchas ocasiones a ser víctimas de un delito de estafa informático o “phisinig”, pero ¿sabemos en qué consiste dicho delito?
El “phising” trata de la obtención de dinero a través del acceso fraudulento a las claves o contraseñas bancarias o números de tarjetas de crédito, causando, por tanto, un perjuicio en el patrimonio de la víctima o de un tercero, pues se produce una transferencia no consentida por quien realmente no es el titular de la cuenta ni persona autorizada.
De ahí la denominación del tal concepto: “phising”, que equivale a “pescar” las claves que permiten el acceso a las cuentas de las personas perjudicadas. Pero OJO, no toda estafa informática se lleva a cabo a través de simulaciones de tu entidad bancaria, puesto que para obtener ilícitamente datos personales también se pueden aprovechar de las tan afamadas redes sociales (Ebay, Facebook, Twitter, Instagram, Pay Pal, etc).
¿Cómo podemos identificar esta estafa informática?
• Mediante la remisión de correos electrónicos que simulan ser nuestra entidad bancaria para que, por ejemplo, introduzcamos nuestros datos para una renovación de nuestras claves o contraseñas a través de un enlace que creemos que nos redirige a la página web de nuestra entidad bancaria.
• Introducción de programas maliciosos en los equipos informáticos de las víctimas que captan nuestra información y datos bancarios.
• El uso de programas de control remoto infectando con virus troyanos nuestros sistemas operativos a través de envíos de correos electrónicos denominados “Spam”.
La tipificación de dicho delito se regula en el artículo 248.2 del CP, exigiendo como requisito indispensable, como en cualquier modalidad de estafa, el ánimo de lucro a través de una previa manipulación informática o artificio semejante que sirve de vehículo para que se produzca el efectivo daño económico normalmenteconsistente en transferencias bancarias no consentidas.
¿Cómo prevenir ser “pescados”?
Tu banco nunca te pedirá que les envíes mediante correo electrónico o SMS tus claves o datos personales. Ante la mínima duda ponte en contacto con tu banco para aclarar la situación.
Nunca accedas a la web de tu banco mediante enlaces, imágenes o hipervínculos que te envíen mediante correos electrónicos o SMS, pues no estarás accediendo a tu banco, sino a otra web fraudulenta mediante la que obtendrán tus datos. Mucho menos si esos correos electrónicos figuran en otro idioma.
Mantén tus equipos informáticos actualizados y protegidos con un buen antivirus.
Toda página web segura deberá comenzar por: “https//:” con un candado cerrado, lo que indica que es una web segura. Revisa con frecuencia tus cuentas bancarias, saldos, para estar al día de los movimientos que aparezcan y cerciórate de que dichas operaciones han sido autorizadas o realizadas por ti.
Y ante todo, PRUDENCIA, eliminando todo tipo de correo o SMS que consideres sospechoso.
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